Plagiocefalia o cabeza plana: cuida la postura de tu bebé
La plagiocefalia o cabeza plana es la deformidad craneal más frecuente en recién nacidos y lactantes, pero no la única.
La braquicefalia y escafocefalia también son dos malformaciones que preocupan a los padres, sobre todo cuando este problema no desaparece. Es común que los niños sufran ciertas malformaciones a causa del parto, este problema se considera normal, y habitualmente se soluciona semanas después del nacimiento, pero no siempre es así.
La plagiocefalia o síndrome de cabeza plana, como su propio nombre indica, es un trastorno que afecta a la forma natural de la cabeza de los bebés, adoptando una apariencia plana o asimétrica.
Las causas de la plagiocefalia pueden variar, desde problemas posturales hasta partos prematuros, pasando por tortícolis muscular congénita o una posición intrauterina restrictiva.
Sin embargo no hay que sentirse culpable si aparece este problema, ya que existen soluciones según la gravedad de la plagiocefalia, como fisisoterapia o maniobras de rehabilitación.
Todo sobre la plagiocefalia o cabeza plana
Por otro lado mencionábamos también la braquicefalia, síndrome similar a la plagiocefalia , en donde se aplana únicamente la parte trasera de la cabeza, de una forma más o menos asimétrica, y por último la escafocefalia, que deforma la cabeza teniendo una apariencia estrecha y alargada.
Como hemos dicho si el bebé sufre el síndrome de cabeza plana habrá qué conocer su origen, realizando un examen físico. Debemos diferenciar una deformidad congénita de un problema postural, pues tendrán un tratamiento distinto.
Plagiocefalia posicional, ¿cómo tratarla?
Si la cabeza del bebé presentaba una forma redondeada en el momento de nacer y más tarde el cráneo se torna oblicuo y con un aplanamiento en la zona occipital, nos encontraremos ante un caso de deformación craneal posicional. Este tipo de plagiocefalia se debe a presiones externas.
Algunos expertos aseguran que la plagiocefalia puede interferir en el desarrollo del bebé, pudiendo presentar retrasos de psicomotricidad, estrabismo, problemas de masticación, ciertos trastornos neurológicos de poca gravedad, y consecuencias psicológicas a largo plazo. Además se cree que este síndrome está asociado a dormir boca arriba y que puede afectar al 46,6% de los recién nacidos por lo que habrá que prestar especial atención a los problemas posicionales. Para evitarlos existen varias opciones.
¡Atento a la postura de tu bebé!
-Una de ellas es colocar al bebé a la hora de dormir sobre la parte redondeada de la cabeza. Para ello podemos ayudarnos con almohadas.
-Otra opción es la elección del colchón, a día de hoy existen colchones específicos para este fin.
-Por otra parte, y en el caso de bebés en donde no se puede corregir la deformación mediante fisioterapia o rutinas de rehabilitación, también se puede recurrir a la ortesis craneal, se trata de un casco especial que ejerce presión sobre el lado redondeado, a fin de igualar la forma de la cabeza. El momento ideal para comenzar a usar este casco es entre los 4 y los 7 meses. En niños de más edad los tratamientos suelen ser más largos.
En cualquier caso vigilar al bebé durante el primer año de vida y seguir una serie de sencillas recomendaciones puede evitar este tipo de problema postural.
Algunas de estas medidas preventivas son:
-Intentar que el bebé duerma boca arriba o de lado, alternando el lado derecho e izquierdo de su cabeza.
-Cuando un esté despierto o jugando debemos procurar ponerle boca abajo, así cuando levante su cabeza fortalecerá los músculos del cuello y espalda.