¿Podemos retrasar el envejecimiento?
Lo que ocurre en el interior de nuestro organismo, es la causa de las transformaciones que presentamos exteriormente.
Estos cambios, desembocan en el inicio del envejecimiento y se producen alrededor de los 30 o 35 años, sufriendo las peores secuelas en los rasgos faciales.
Son transformaciones muy notables que se hacen más patentes en la década de los 40.
¿Quiénes son más propensos a padecer un envejecimiento prematuro?
El Dr. Santiago Vidal Mauriz explica que el proceso varía en función de la persona, pero que existen factores que propician un aceleramiento en el proceso.
- Los consumidores de sustancias tóxicas, drogas, alcohol, tabaco, sufren unos procesos de envejecimientos claramente más apresurados.
- Las personas con obesidad están más predispuestos al desarrollo de múltiples enfermedades, siendo más perjudicial para aquellos pacientes que acumulan la grasa en el abdomen.
- El estrés, tanto emocional como físico, altera el funcionamiento de muchos órganos y sistemas que provocan más de una enfermedad.
Alguno de estos elementos, vienen causados por un estado de alta oxidación denominado estrés oxidativo que causa daños, a veces irreparables.
¿Cómo influye la alimentación en el envejecimiento?
La alimentación es un factor concluyente en el proceso de envejecimiento, una dieta inadecuada, nos incita a estar más hambrientos, además de provocarnos adición a determinados alimentos.
Existen muchos contaminantes que favorecen el aumento de peso y obesidad y nuestro organismo posee detectores de calorías, de proteínas y de otros nutrientes que activan factores que inducen el envejecimiento.
¿Repercuten los cambios emocionales en nuestro organismo?
“Todas las sensaciones son patrimonio de nuestra corteza cerebral”, Explica el Dr. Santiago Vidal.
Las emociones influyen de forma directa en nuestro organismo, tanto las positivas como las negativas. El dolor, por ejemplo, lo sentimos cuando somos conscientes de lo que nos provoca, remedios como la anestesia o los analgésicos, solo tienen la tarea de incomunicar el punto doloroso con el cerebro.
Nuestro cerebro recibe impulsos nerviosos procedentes de estímulos que han sido recogidos por nuestros sentidos. Seguidamente, el cerebro codifica, interpreta y descodifica estos impulsos y da una respuesta visual, auditiva, gustativa, olfatoria o táctil poniendo en marcha miles de procesos asociativos, conscientes, subconscientes, infraconscientes o inconscientes.
¿Influyen los genes en el envejecimiento?
La genética es determinante en los procesos naturales del envejecimiento.
En la actualidad, las teorías de envejecimiento por estrés oxidativo y la teoría de la restricción calórica son las únicas con aplicación practica y de utilidad para reducir las alteraciones celulares, así como para permitir una estabilidad tanto intra como extra celular,a demás de una clara actividad recuperadora, evitando en gran medida el daño producido por las proteínas de choque térmico.
Por su parte, la Farmacéutica M. Felisa Moral Turiel, experta en nutrición y estudiosa del envejecimiento explica que el 90% de las enfermedades que padecemos se deben a factores ambientales a los que estamos expuestos y no a factores genéticos, ya que a pesar de que disponemos de un genoma heredado, no estamos determinados genéticamente, solo predispuestos.
“Nuestros genes son los que son, sin embargo, podemos actuar sobre ellos, mediante la epigenética y los factores epigenéticos a los que nos exponemos, esto es: dieta, estrés, ejercicio, tóxicos”, explica M. Felisa Moral Turiel.