Cómo para prevenir las enfermedades más comunes del invierno
Catarro, gripe o bronquitis son enfermedades que, aunque pueden contraerse a lo largo de todo el año, se presentan con más frecuencia en los meses de invierno. La forma de transmisión más común es de persona a persona cuando tosemos o estornudamos esparciendo el virus por el aire a través de pequeñas gotitas de saliva.
Es difícil sobrevivir al largo y duro invierno sin caer enfermo, pero siguiendo una serie de consejos se puede dar esquinazo a las enfermedades más comunes. ¡Toma nota!
1. Vacunarse contra la gripe
Todas las personas que sean mayores de 60 años o que pertenezcan a grupos de riesgo (inmunodeprimidos, embarazadas, pacientes con enfermedades crónicas, personas que conviven o atienden a personas enfermas, etc.) deben vacunarse contra la gripe en su centro de salud. Aunque también es recomendable hacerlo si no se quiere contraer esta enfermedad, pudiendo adquirir la vacuna en las farmacias.
2. Manos siempre bien limpias
Ya que la transmisión de muchos virus que producen síntomas respiratorios se produce a través de pequeñas gotas de saliva que expulsamos al hablar, toser o estornudar, la Organización Mundial para la Salud recomienda para evitar su transmisión taparse la boca y la nariz cuando se tose con un pañuelo desechable y lavarse las manos a fondo y regularmente.
3. El fumar se va a acabar
El tabaco es una de las mayores amenazas para la salud. Afecta a casi todos los órganos del cuerpo y hace que aumente significativamente el riesgo de contraer catarros y gripe en las personas fumadoras, además de producir síntomas y secuelas más severas en ellas. Es fundamental dejar de fumar y si necesita ayuda para ello le recomendamos que consulte con un médico.
4. Siga realizando actividad física en invierno
Está más que reconocido que la actividad física tiene un efecto beneficioso no sólo sobre el sistema cardiovascular sino en la salud en general, por lo que es fundamental incorporar la actividad fisca a nuestra vida; aproveche para caminar en los trayectos al trabajo, suba las escaleras en vez del ascensor, monte en bicicleta, etc. En adultos basta con realizar todos o casi todos los días de la semana 30 minutos de una actividad de intensidad moderada (aquella que nos permita mantener una conversación mientras la realizamos) o tres días a la semana 25 minutos de una actividad vigorosa.
5. Vigile la dieta
Para estar sano es fundamental realizar una dieta variada que incluya alimentos de diferentes grupos: cereales, frutas, hortalizas, aceites, lácteos, carnes, pescados, huevos, azúcares, frutos secos… Combinados de forma equilibrada y con cantidades extra de fruta y verduras.
6. Descanse las horas adecuadas
Si no se descansa lo suficiente su salud se verá resentida y por lo tanto tendrá más posibilidades de enfermar. Se recomienda en general dormir de 7 a 9 horas y reducir el consumo de sustancias que puedan alterar el sueño como el alcohol o la cafeína.
7. Ambientes húmedos
Los ambientes demasiado secos y las calefacciones resecan el ambiente y con ello, nuestra nariz y garganta, haciendo que sean más susceptibles a las infecciones. Para humedecerlo, es recomendable abrir las ventanas de vez en cuando durante el día y colocar recipientes con agua repartidos por la casa.
8. Evite los cambios bruscos de temperatura
Cuando nuestro cuerpo se enfrenta a un cambio brusco de temperatura, por ejemplo, al entrar en casa, o al salir a la calle, el cuerpo necesita hacer un trabajo extra para regularse. Este ‘esfuerzo’ nos puede hacer más vulnerables a las infecciones. Una regla sencilla es ir bien abrigados al salir de casa y procurar respirar siempre por la nariz.
Fuente: VIDA