Probióticos, los mejores compañeros, también en Navidad
Estas fiestas cambiamos nuestra alimentación, comemos más y ingerimos cosas diferentes de las habituales, si a esto le sumamos los desplazamientos a otros países , donde el escenario higiénico y las condiciones sanitarias son diferentes a las nuestras. Es muy interesante llevar en nuestro botiquín un probiótico , esto nos ayudaría en caso de tener un problema intestinal, o estomacal.
Todos los excesos son malos, pero los de la Navidad y los viajes que se producen habitualmente aprovechando estas fiestas, pueden provocar molestias gastrointestinales. Bien sea por la ingestión de alimentos diferentes o por el consumo de agua o productos que pueden estar contaminados, el sistema digestivo se resiente.
“La dieta es el factor externo que más influye sobre la microbiota”, recuerda la doctora Laura I. Arranz “Cuando el intestino se ve agredido por virus, bacterias o parásitos, la flora intestinal se altera, caen los mecanismos defensivos y aparece la diarrea”, explica. En el caso de los viajes, alrededor de un 40% de viajeros* suele padecer diarrea durante sus desplazamientos. En esta situación, es aconsejable acudir a un probiótico como Ultra Levura®, cuya levadura Saccharomyces boulardii se encargará de prevenir y de restaurar el equilibrio bacteriano para que funcione con normalidad.
Además, tener en cuenta una serie de pautas saludables ayudará a vivir una Navidad sin sobresaltos, tanto en casa como en cualquier lugar del mundo.
Factores de prevención
Aunque no siempre podamos elegir nuestra alimentación en estas fechas, porque las reuniones son muy frecuentes y los compromisos abundantes, procuraremos mantener una dieta equilibrada a base de hidratos de carbono, grasas, proteínas y fibra. Además, es importante cuidar la alimentación especialmente los días entre celebraciones para así compensar los posibles excesos.
Si decidimos aprovechar los días libres para viajar, el destino y el tipo de viaje son factores de riesgo que pueden paliarse si incorporamos ciertos hábitos a nuestra rutina:
- Beber solo bebidas y agua embotellada, sin hielo, y utilizar esta última para lavarse los dientes.
- Hervir el agua de las infusiones un mínimo de 5 minutos.
- Llevar pastillas purificadoras para tratar el agua.
- No ingerir verduras, frutas con piel, carnes, moluscos, mariscos o pescados crudos.
- Evitar las salsas.
- Lavarse las manos con frecuencia utilizando jabón.
Si a pesar de las precauciones se produce la diarrea conviene aumentar la toma de líquidos y controlar la dieta: “Hay que seguir una dieta astringente con la finalidad de absorber el exceso de contenido de agua en el intestino y procurar, a su vez, líquidos y nutrientes al organismo que ayudarán a desinflamar el tracto intestinal”, declara la doctora. Es decir, nutrirnos con aquellos alimentos que nuestro organismo va a tolerar mejor y evitar los que pueden perjudicarnos.
Consejos nutricionales para paliar la diarrea
Una dieta adecuada también ayudará a reducir los efectos de un desarreglo intestinal.
- Tomar: carnes y pescados blancos; patatas, zanahoria y arroz, pan blanco tostado, plátano, manzana o membrillo…
- Beber líquidos tras cada deposición.
- Comer alimentos ricos en potasio.
- Suprimir: grasas y fritos, embutidos, mariscos, alimentos con lactosa, fructosa y/o sorbitol.
- Durante los primeros días, no tomar leche, verduras crudas o cocidas, frutas frescas (a excepción de manzana rallada).
- Evitar: café, alcohol, bebidas gaseosas, legumbres, cereales con fibra, picantes, frutos secos, salsas, dulces…
- Beber de 8 a 10 vasos de líquidos claros cada día (agua embotellada o una solución rehidratadora con glucosa al 5 %).
Sugerencias para activar la recuperación
- Ingerir alimentos en pequeñas porciones y varias veces al día para detener el funcionamiento acelerado de los intestinos y facilitar la digestión.
- Comer despacio, masticando lentamente cualquier alimento.
- Utilizar cocciones suaves (hervido, horno o plancha) y más largas de lo habitual.
- Servir las comidas a temperatura ambiente, tanto el calor como el frío estimulan la actividad intestinal.
- Descansar lo necesario.
Si el proceso persiste más allá de tres días es preciso consultar a un especialista. Para evitar la recaída y recuperar la flora intestinal es recomendable tomar probióticos ya que son microorganismos vivos que, administrados en cantidades adecuadas, aportan un beneficio a la salud.