Cómo proteger y estimular la salud de la piel en verano
La radiación solar es uno de los principales agentes que agrede la piel. “El 90% de los signos visibles del envejecimiento cutáneo los causa la exposición solar. El sol puede ser perjudicial por exceso o defecto” explica Inmaculada Canterla, farmacéutica experta en dermocosmética y Directora de Cosmeceutical Center.
No solo es necesario proteger la piel con gafas de sol, sombrero y una protección adecuada, también es imprescindible seguir unos buenos hábitos de alimentación que ayuden a la protección natural y propia de la piel.
Cómo proteger y estimular la salud de la piel expuesta a la radiación solar
La pigmentación de la piel es fundamental como agente fotoprotector, ya que la melanina cumple la función de absorber las radiaciones UV, y es además un potente antiradical. Por ello, “para proteger la piel es importante estimular la síntesis de melanina, es decir, aumentar la cantidad de melanina dentro de los melanocitos y favorecer su correcta distribución a nivel epidérmico” nos explica la experta.
Nutrientes básicos que ayudan a la protección cutánea y que actúan directamente sobre la melanina de la piel:
- Q10: este nutriente es el primer antioxidante en degradarse en la piel por la acción del sol. De ahí la importancia de tomar alimentos que la contengan. El Q10 es un antioxidante que está presente de forma natural en el pescado, el marisco, las espinacas y las nueces. Al consumir estos alimentos aportamos a la dermis un suplemento básico para reforzar la protección natural de la piel.
- Betacarotenos: este nutriente se considera uno de los más importantes elementos precursores de la Vitamina A y por ello se le conoce también como pro-vitamina A. Ayuda a mantener la piel sana, evitando los daños de la radiación solar. Esta sustancia abunda en la calabaza, las zanahorias, los melocotones, albaricoques, la papaya, los pimientos. Aunque como nos explica la experta “tampoco conviene excederse en su consumo, porque puede suponer una sobredosis de Vitamina A que puede ser dañina para el hígado entre otros”.
- Vitamina C: trabaja con la fotoprotección natural de la piel, ayudando a equilibrar la respuesta inflamatoria del cuerpo, a los mecanismo antioxidantes y la actividad apoptótica saludable. La Vitamina C puede encontrarse de forma abundante en frutas cítricas, coliflor, espinacas… La fuente principal de ácido ascórbico son la gran mayoría de frutas y verduras.
- Suplementos orales: Según Inmaculada Canterla “es necesario contar con un refuerzo oral que suplemente la efectividad de los protectores solares tópicos protegiendo así toda la superficie cutánea”. La Directora de Cosmeceutical Center recomienda Fernblock (extracto de Polypodium leucotomos) que aumenta la fotoprotección natural de la piel.
Otros activos que la especialista recomienda tener en la dieta, en temporadas de mayor exposición solar son: Vitamina A, Vitamina E, Vitamina C, Romero, Curcuma, Té Verde, Semillas de uva, Vitamina D3, Ácido hialurónico. “Lo mejor es alimentarse y usar suplementos vitamínicos ricos en antioxidantes que son los más importantes aliados para prevenir el daño de la radiación UV y que ayudan a las células a protegerse de los eritemas” concluye Inmaculada Canterla.