Qué limpiador facial usar según tu tipo de piel
Pastillas de jabón, limpiadores espumosos, aguas micelares, tónicos…,¡descubre el limpiador facial más adecuado para tu piel!
La función del limpiador facial en nuestra rutina de belleza diaria desempeña un papel muy importante, ¿quieres saber por qué? Una de las principales funciones de la piel consiste en actuar como barrera frente al mundo exterior. Esta función puede verse fácilmente alterada o dañada por sustancias químicas nocivas, como los contaminantes ambientales, el daño solar acumulado o incluso productos que se aplican deliberadamente sobre la piel por sus efectos antienvejecimiento, como los retinoides.
El uso de un limpiador facial no solo eliminará toda la suciedad con la que entramos en contacto mientras realizamos nuestras actividades cotidianas, de casa al trabajo al gimnasio y al bar. También elimina los microorganismos con los que compartimos nuestro mundo y puede mejorar la función de barrera de la piel. Esto permitirá que el brillo natural de tu piel tenga la posibilidad de resplandecer de verdad.
Qué limpiador facial usar según tu tipo de piel
Pastillas de jabón
Las pastillas de jabón pueden ser agresivas para la piel delicada de la cara y tienen la capacidad de afectar a la función normal de la piel. Pueden eliminar las grasas o los lípidos de la capa superficial, cosa que afecta a la barrera de la piel. Si la barrera se ve comprometida, la pérdida de agua a través de la piel se acelera, lo que conlleva sequedad. En la mayoría de los casos, lo mejor es evitar las pastillas de jabón para la limpieza facial. Las personas con piel grasa no tendrán ningún problema si las utilizan de vez en cuando, pero ¡probablemente no deberían acostumbrarse!
Limpiadores espumosos y no espumosos
Los limpiadores espumosos van bien para las pieles grasas o propensas a las imperfecciones. El producto se mezcla con agua y, al mojarse, forma espuma. Los limpiadores no espumosos son una opción más suave y no forman espuma al mezclarse con agua. Son eficaces para las pieles secas o sensibles. Su principal inconveniente es que pueden dejar residuos y, debido a esto, mucha gente cree que la piel no queda completamente limpia.
Leches limpiadoras y tónicos
Las leches limpiadoras y los tónicos se utilizan para limpiar la piel con un disco de algodón en vez de agua. Las leches limpiadoras disuelven el sebo y la suciedad, y son adecuadas para la piel seca. Pueden dejar agentes hidratantes en la piel que mejoran los síntomas de sequedad. Los tónicos gozan de gran popularidad desde hace años y a menudo se utilizan para limpiar la piel y reducir el tamaño visible de los poros. Suelen elaborarse a base alcohol y pueden utilizarse en piel grasa o propensa al acné. Generalmente, se emplean después de la limpieza de la piel más que como un cosmético independiente. El contenido de alcohol a veces produce sequedad e irritación, de manera que deben utilizarse con prudencia.
Aguas micelares
Las aguas micelares ya llevan un tiempo en el circuito de la limpieza de la piel. Utilizan diminutas micelas (bolitas de moléculas de aceite limpiador) suspendidas en agua para extraer las impurezas de la piel. Pueden ser útiles para todos los tipos de piel, pero mi opinión es que son especialmente interesantes como opción cuando no se dispone de agua. Utilizarlas como limpiador principal después de eliminar el maquillaje y el protector solar al final del día requiere mucho tiempo y gran cantidad de producto. No obstante, las aguas micelares pueden ser útiles para una segunda limpieza que elimine cualquier exceso de suciedad, una vez realizada la limpieza facial principal con otro cosmético.
Aceites faciales
Los aceites faciales han adquirido mucha notoriedad en los últimos años. Se promocionan como productos que van bien para todos los tipos de piel, incluida la piel grasa. La teoría dice que “las sustancias similares se disuelven entre sí” y que, por lo tanto, el aceite disolverá el sebo. He visto poca evidencia científica que avale la afirmación de que el aceite facial es bueno para las que tenemos propensión a los granos, y mi consejo es que evites estos productos a menos que tengas piel seca o muy seca. Los aceites en la piel pueden estimular la formación de espinillas, que dan lugar a granos».
Fuente: La biblia del cuidado de la piel, de la doctora Anjali Mahto.
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