Reserva ovárica: preguntas y respuestas
Reserva ovárica: preguntas y respuestas
La reserva ovárica es clave para quedar embarazada y se asocia a la cantidad y la calidad de óvulos. Sin embargo, la mayoría de las mujeres no piensa en esto hasta que se plantea tener hijos y no lo consigue, lo que por norma general sucede más allá de los 30.
En este artículo hemos recopilado datos relevantes que sin duda nos ayudarán a comprender conceptos como recuento de folículos antrales, calidad ovocitaria y probabilidades de embarazo.
¿Cómo afecta la reserva ovárica a la fertilidad?
Las mujeres nacen con una reserva ovárica de casi 6 millones de óvulos. Nada más nacer, este número se reduce en un 80%, y pasa de tener una reserva de 2-3 millones de óvulos. En cada uno de los ciclos menstruales, se perderán unos 1.000 óvulos hasta el comienzo de la menopausia.
A partir de los 35 años, la pérdida de óvulos se acelera, disminuyendo su calidad y consecuentemente reduciéndose progresivamente las posibilidades de concebir un bebé.
¿Qué es la hormona antimülleriana o AMH?
Uno de los indicadores clave para medir la reserva ovárica es la determinación de los niveles de AMH, también conocida como hormona antimülleriana. Esta hormona se segrega en los folículos ováricos.
La determinación de los niveles de AMH se realiza a través de una analítica en sangre. Su resultado nos informa sobre el estado de la reserva ovárica de la mujer.
En este sentido, es importante destacar que no ofrece información sobre la calidad de los óvulos. Unos niveles bajos de AMH pueden indicar que se está produciendo un envejecimiento de los ovarios.
AMH y folículos antrales: ¿son indicadores fiables?
Muchas mujeres analizan sus niveles de AMH y completan con una valoración ecográfica para determinar su reserva ovárica con el objetivo de conocer el estado de su fertilidad de cara a plantearse la maternidad en el corto-medio plazo.
La valoración de la reserva ovárica se lleva a cabo a través del recuento de folículos antrales (pequeños sacos de líquido folicular en los ovarios) se realiza mediante una ecografía transvaginal para visualizar la cantidad de folículos de cada ovario y obtener.
La combinación de ambas pruebas son indicadores fiables para determinar la reserva ovárica y definir qué tipo de tratamiento deberá seguir la paciente.
Para pacientes con niveles bajos de AMH, el diagnóstico se completa con pruebas adicionales, como ecografías en momentos específicos de su ciclo menstrual para valorar en qué fase es más beneficioso comenzar la estimulación ovárica y aumentar las posibilidades de obtener el máximo número de ovocitos posible.
Siendo siempre conscientes de las limitaciones con las que se parten al inicio del tratamiento.
En estos casos, se intenta además, aplicar técnicas avanzadas de estimulación ovárica para la preparación previa de los folículos antrales previo a iniciar el tratamiento, así como otros recursos para mejorar la calidad ovocitaria.
¿Se puede mejorar la calidad ovocitaria?
Sin duda, la mejor receta es prevenir y no retrasar el momento para tener el primer hijo. Siendo conscientes de que el escenario perfecto no lo es tanto para la mujer de hoy, clínicas como IVF-Spain recomiendan que se solicite asesoramiento médico en caso de que el embarazo no llegue tras seis meses de búsqueda, a partir de los 36 años.
Es ampliamente conocido que la mejor edad reproductiva de una mujer, donde produce los óvulos de mayor calidad, se sitúa en torno a los 20 años, lo que a menudo crea cierta frustración ya que no es la edad óptima para formar una familia.
En nuestra sociedad actual, a los 20 años una mujer suele estar formándose para el futuro o realizando muchísimos planes de ocio y viajes donde ser madre no es la prioridad.
Cuando hablamos de calidad ovocitaria nos referimos principalmente a si el ovocito es genéticamente normal o anormal. Un óvulo de buena calidad deberá contener 23 cromosomas.
Con la edad aumenta la posibilidad de producir óvulos con un número incorrecto de cromosomas, lo que significa que también aumenta la posibilidad de sufrir un aborto, un fallo de un tratamiento de fecundación in vitro (FIV) o concebir un bebé con problemas genéticos.
Muchos de los óvulos que presentan estas anomalías no consiguen fecundar o lo hacen con problemas de desarrollo.
¿Y tú, conoces tu nivel de fertilidad?
Te ayudamos a salir de dudas. Valorar la reserva ovárica de una mujer, así como la funcionalidad de sus ovarios, permite diseñar el mejor tratamiento para convertirte en madre, ya sea para iniciar el proceso ahora o para retrasarlo hasta que sea el momento adecuado.
Gracias a esta valiosa información podrás tomar la mejor decisión. No dudes en pedir tu valoración gratuita aquí.