Resfriados: cómo tratarlos y prevenirlos atendiendo a nuestra microbiota
Algunos componentes naturales beneficiosos para nuestras bacterias, como los betaglucanos o la vitamina C, modulan nuestro sistema inmune.
Además, algunas cepas probióticas específicas ayudan a equilibrar nuestro ecosistema intestinal para que seamos menos propensos a infecciones de las vías superiores.
Con la llegada del frío y del invierno, todos nos preocupamos por tener un sistema inmunológico fuerte que nos permita evitar resfriados, gripes… y demás trastornos de salud típicos de esta época del año.
Saber qué podemos tomar para un resfriado o cómo curarlo en caso de padecerlo no siempre es fácil por la gran cantidad de remedios caseros que se pueden leer aquí y allá.
Lo cierto es que el sistema inmunológico es altamente complejo y debe funcionar de forma equilibrada y sincronizada. «Una reacción exacerbada de nuestro sistema inmunitario tampoco es lo deseable, todo lo contrario. Por eso, no se trata de potenciar nuestro sistema inmunitario, sino de modularlo y entrenarlo para que pueda responder de manera correcta a los patógenos y eventos adversos», explica el equipo de expertos de Nutribiótica.
En este contexto, cada vez es más importante mirar hacia nuestro micro mundo interior, a nuestra microbiota, el conjunto de billones de microorganismos que nos habitan y que tienen un papel fundamental en la regulación de nuestra inmunidad.
Además, no podemos olvidar el papel que juegan nuestro estilo de vida: cómo nos alimentamos, la calidad de nuestro descanso, cuánto y qué tipo de ejercicio hacemos, nuestra capacidad de gestión del estrés…
Aliados de nuestro sistema inmune
Existen ciertos alimentos, vitaminas y otros compuestos en forma de suplemento que pueden ser de utilidad para ayudar a nuestro sistema inmunológico:
Beta-glucanos:
Son componentes naturales de la pared celular de ciertas levaduras y hongos. Entre otras funciones, activan los macrófagos, unas células encargadas de neutralizar microorganismos patógenos.
¿Dónde podemos encontrarlos?
Desde hace miles de años, se conoce que las setas son muy ricas en estos componentes y tienen una gran capacidad inmunoestimulante.
Vitamina C:
Sus efectos sobre las infecciones respiratorias llevan décadas en estudio. Con su ayuda, podemos conseguir reducir la duración y la severidad de los síntomas del resfriado.
¿Dónde podemos encontrarla?
Está muy presente en productos de temporada como el pimiento rojo o el kiwi.
Gynostemma pentaphyllum (yiaogulan) y L. paracasei LPC37:
También llamada «planta de la inmortalidad», contiene gynpenósidos, que son utilizados en forma de suplemento natural para el sistema inmunológico, por su capacidad antiinflamatoria sobre las vías respiratorias.
Por su parte, los Lacticaseibacillus han demostrado regular la microbiota de tal manera que consigamos reequilibrarla y hacerla más fuerte, ejerciendo una importante labor de modulación del sistema inmune.