TDAH: Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad
El TDAH o Trastorno de Déficit de Atención con Hiperactividad es un trastorno de salud mental que afecta aproximadamente a 1 de cada 20 niños o adolescentes en Europa.
La sociedad no siempre aprecia las consecuencias que puede tener este trastorno en la vida diaria de una persona. Una encuesta mundial ha indicado que el 50% de niños y adolescentes con TDAH continuará teniendo TDAH de adulto.
Hace un año se puso en marcha Real Voices, una iniciativa que permitió que las personas afectadas por TDAH y sus familiares pusieran de manifiesto lo que significa padecer este trastorno, así como crear una plataforma para compartir esta información con los responsables políticos nacionales e internacionales.
En la campaña se compartieron 109 historias en 9 países: Austria, Bélgica Croacia, Irlanda, Portugal, España, Suiza y Reino Unido.
A día de hoy siguen trabajando para que las personas con este trastorno puedan ser comprendidas y apoyadas, así como llevar tener una vida más plena.
¿Qué es el TDAH?
La sintomatología puede manifestarse de forma diferente según la edad del niño y se debe desarrollar en dos ó más ambientes como en casa y en el colegio. Se da con mayor frecuencia entre los niños que entre las niñas en una proporción 4:1, y lo padecen tanto niños como adolescentes y adultos de todas las condiciones sociales, culturales y raciales.
La opinión actual sobre la etiología del trastorno se centra en un fallo en el desarrollo de los circuitos cerebrales en que se apoyan la inhibición y el autocontrol, funciones cruciales para la realización de cualquier tarea. El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) tiene 3 síntomas principales:
– Déficit de atención
– Hiperactividad
– Impulsividad
Déficit de atención
- A menudo no presta atención suficiente a los detalles y comete errores por descuido tanto en las tareas escolares como en otras actividades.
- A menudo tiene dificultad para mantener la atención en las tareas.
- A menudo evita tareas que le requieren esfuerzo mental.
- A menudo parece no escuchar cuando se le habla.
- A menudo pierde cosas necesarias para las tareas (lápices, libros, ejercicios escolares, agenda,?.).
- A menudo es descuidado y olvidadizo en las actividades diarias (lavarse los dientes, vestirse, recoger sus cosas).
- A menudo se distrae fácilmente por estímulos irrelevantes.
- A menudo tiene dificultad para prestar atención a dos estímulos distintos ( por ejemplo, leer lo que está en la pizarra y escribirlo en el cuaderno).
Hiperactividad
- A menudo mueve en exceso manos y pies y se retuerce en el asiento.
- A menudo le cuesta quedarse sentado cuando lo debe hacer.
- A menudo «está en marcha» y suele actuar cómo si tuviera un motor.
- A menudo habla en exceso.
- A menudo expresa las emociones con mayor intensidad.
- A menudo va de un lado a otro sin motivo aparente.
Impulsividad
- A menudo actúa sin pensar.
- A menudo habla en momentos poco oportunos o responde precipitadamente a preguntas que todavía no se han acabado de formular.
- A menudo interrumpe en juegos y explicaciones.
- A menudo pierde con facilidad la paciencia.
- A menudo tiene mal humor o irritabilidad.
- A menudo no sabe perder y se pelea por cualquier cosa.
- A menudo destroza sus propias cosas y las de otros.
Para que se pueda plantear un posible diagnóstico de TDAH, se deben cumplir los criterios marcados por el DSM-5 (Manual Diagnóstico y Estadístico de Trastornos Mentales, quinta edición):
– Manifiesta estas conductas o algunas de ellas de forma desproporcionada comparado con los otros niños de su edad y respecto a su grado de desarrollo.
– Está presente desde una edad temprana (antes de los 12 años).
– Afecta en al menos dos ambientes distintos de la vida del niño: escolar, social y/o familiar.
– Deteriora significativamente su calidad de vida.
– No es causado por un problema médico, tóxico u otro problema psiquiátrico.
Es importante acudir a un profesional de la salud especializado en TDAH para que pueda realizar un diagnóstico clínico apropiado y evitar un diagnóstico erróneo.