Trastornos alimentarios: ¿qué es lo «normal»?
Si hablamos de trastornos alimentarios los más vulnerables son los adolescentes. En ocasiones este problema pasa desapercibido y en otras,conductas preocupantes, se toman como algo normal, pero ¿qué es lo «normal»?
Las personas que sufren un trastorno alimentario en algún momento de su vida sintieron que les sobraban algunos kilos, o que habían bajado de peso y quisieron mantenerlo así. Por alguna razón, tomaron la decisión de controlar la comida: iniciaron una dieta. La mayor parte de estas personas perseguían un objetivo válido, sentirse mejor; sin saber que para conseguirlo con el control de la alimentación y del peso, utilizaban métodos inapropiados e incluso potencialmente nocivos.
Otras personas, iniciaron el problema porque tenían mucho apetito, se acostumbraron a comer mucho, o comían en exceso porque estaban pasando una época difícil en su vida: sensación de fracaso en el trabajo o en los estudios, sentimientos de soledad o aburrimiento o relaciones afectivas que no iban bien. Personas que sentían una gran ansiedad y la comida parecía disminuirla. Empezaron así a comer en forma de atracones y apareció el temor al aumento de peso.
Unos u otros empezaron a preocuparse mucho por la silueta o la cantidad de grasa depositada en determinadas partes del cuerpo y empezaron a incurrir en comportamientos peligrosos y que les llevarían a un trastorno alimentario ,comportamientos como: saltarse comidas, eliminar grupos de alimentos (dulces, pan, pasta…), contar calorías, preocuparse por la imagen, comer a escondidas, pesarse continuamente, hacer mucho ejercicio, evitar exponerse, interés por lo «light» y recetas… y sin darse cuenta convirtieron el control de la comida y el peso en el centro de sus preocupaciones.
Miedo a comer
En este momento ya está apareciendo el trastorno alimentario porque además de estas conductas mantienen el temor a engordar, a no mantener el peso alcanzado y se perpetúa la insatisfacción corporal. Entonces, se intensifica el control y pueden aparecer otras conductas anómalas: atracones, vómitos, abuso de laxantes y diuréticos, aumento del ejercicio físico…
Si estos pacientes no varían sensiblemente de peso puede que la familia y las personas de su entorno tarden un tiempo en darse cuenta de lo que ocurre .Primero, porque la sociedad ha normalizado el control patológico de la alimentación, y las conductas y formas corporales poco saludables. Y segundo, porque la persona oculta su trastorno alimentario. El miedo, o la vergüenza que sienten porque alguien descubra lo que hacen o el deseo irrefrenable de seguir “controlando” hace que les resulte difícil pedir ayuda.
Pero con el tiempo la persona está más sensible, más triste e irritable, se aísla más y es menos flexible a los cambios, aparecen conflictos con el entorno y las preocupaciones familiares. Y es cuando se hace presente que está inmersa en un trastorno alimentario, que tiene un problema psicológico, no es una manía o una moda. La persona necesita ayuda para salir de ello.
Acudir a un profesional
Los trastornos alimentarios deben de resolverse con ayuda profesional especializada. Y la consulta al profesional debe hacerse ante la sospecha de que la persona pueda estar iniciándose en él o ante los primeros signos o señales. La intervención temprana es clave para la correcta recuperación y el buen pronóstico.
Psicoactúa, unidad de Psicología y medicina de la Salud del Hospital Vithas Internacional Medimar, cuenta con el equipo humano y las instalaciones adecuadas para abordar estos trastornos. Ofrecemos tratamientos ambulatorios, con o sin comedor terapéutico, y tratamientos con ingreso hospitalario en los casos en los que sea necesario.
Psicoactúa. Psicología y medicina de la salud.
Hospital Vithas Internacional MEDIMAR