¿Cuál es el tratamiento más efectivo para combatir la obesidad? 

Según la OMS, la obesidad se ha convertido en la epidemia del S.XXI. La obesidad y el sobrepeso aumentan los riesgos de padecer enfermedades como hipertensión, diabetes o cardiopatías, además de tener un efecto dañino sobre la salud en general.  

En la Unidad de Nutrición y Obesidad avanzada de Ilahy (las clínicas de cirugía estética de IMED Hospitales), un equipo multidisciplinar de profesionales de pérdida de peso y obesidad tratan el problema de forma integral. Desde psicólogos que ayudan a entender al paciente las causas de su enfermedad y cómo enfrentarse a ella, nutricionistas que realizan un seguimiento exhaustivo con dietas a medida y con un objetivo claro de cambio de hábitos, médicos estéticos que realizan tratamientos complementarios para la grasa localizada y mejora de la piel del paciente y endoscopistas y cirujanos bariátricos que realizan los tratamientos más innovadores para terminar con la obesidad (Balón Gástrico, POSE y manga gástrica) 

En este sentido, existe un arsenal terapéutico amplio que nos permite individualizar el tratamiento a cada paciente en particular. A continuación, repasamos los tratamientos endoscópicos –no quirúrgicos– con mejores resultados y con una evidencia científica más amplia. 

Balón Intragástrico de 6 meses

Esta técnica consiste en la implantación, vía endoscópica, de un dispositivo de silicona médica de alta calidad, con forma esférica, en el estómago del paciente. El balón ocupa un 40-50% de la cavidad gástrica, y su mecanismo de acción es mediante la generación de sensación de saciedad en el paciente. 

¿Cómo influye la sensación de saciedad en la pérdida de peso?  

La cantidad de alimentos que se ingieren está relacionada directamente con la sensación de saciedad. Durante los seis meses que el paciente lleva implantado este dispositivo, ingerirá una menor cantidad de alimentos ya que notará su estómago lleno mucho antes. Paralelamente a la colocación del balón, se inicia un tratamiento multidisciplinar en el que se debe trabajar la alimentación eliminando la ansiedad. Todo ello sin pasar hambre, mediante una dieta hipocalórica mediterránea. 

Al extraer el dispositivo, cuando hayan pasado los seis meses, es fundamental que el paciente siga las recomendaciones del equipo multidisciplinar. Sólo así consolidará la pérdida de peso, realizando además actividades físicas y cuidando su alimentación.   

Balón Intragástrico de 12 meses

Este tratamiento está indicado para casos de obesidad, en los que se requiere una pérdida mayor de peso. Se trata de una técnica más avanzada que la anterior, ya que el dispositivo se puede alojar en el estómago hasta 1 año y además se puede ajustar en función de las necesidades del propio paciente, lo que supone mayor efectividad desde la implantación hasta la extracción del dispositivo. 

El doble de tiempo para adquirir nuevos hábitos supone una pérdida de peso mayor. Tras la extracción de Balón Intragástrico Spatz, el paciente también deberá seguir con los hábitos adquiridos durante todo el año, para ello contará con las recomendaciones y consejos de los especialistas. 

Reducción de Estómago por Vía Oral, POSE

Una técnica indicada en casos en los que el IMC (índice de masa corporal) está entre 30 y 40. La técnica consiste en una reducción de estómago a través de endoscopia. El especialista realiza una serie de plicaturas en el estómago del paciente que reducen la capacidad del mismo y modifican su anatomía, haciendo que se vuelva más pequeño; así, el paciente ingiere una menor cantidad de alimentos. Con esta técnica el paciente también inicia un tratamiento paralelo con el equipo médico, nutricional y psicológico para asegurar una consolidación del resultado, que consolidará mediante el cambio de hábitos alimentarios y de estilo de vida. El POSE se indica en paciente con un exceso de peso de 15 a 35kg.  

Más información en la Unidad de Nutrición y Obesidad de Clínicas Ilahy (Imed Hospitales)  Elche: 966915154  Benidorm: 966878778 Torrevieja: 966817407 Valencia: 963003020 

Artículo publicado en el nº 50 de Más Que Salud: