Vacunación: ¿es muy pequeño?

Espacio publicitario

No cabe duda de que todos los padres queremos lo mejor para nuestros hijos, y también somos conscientes de que no todas las decisiones que tomemos por ellos serán las mejores. Y lo asumimos. Uno hace lo que buenamente sabe y puede. 

Pero en cuestión de su salud, creo que deberíamos “pecar más por exceso que por defecto”, sin perder el sentido común, se entiende. Y me explico: cuando no sabemos algo sobre la salud de nuestro hijo, lo óptimo es pedir consejo a un profesional de confianza o, en su defecto, informarnos de forma exquisita para poder argumentar con razones de peso una posición diferente a la que éste nos presenta (la opción de tratamiento o prevención que nos ofrece, por ejemplo). 

Y es en la prevención donde me quiero centrar. Independientemente de la posición (totalmente respetable) que uno tenga respecto a la vacunación sistemática, no tiene ningún sentido, a mi modo de ver, argumentar que su hijo todavía no está vacunado “porque es muy pequeño”, como si el progenitor “responsable” estuviera esperando a que éste fuera mayor (¿cuánto? ¿Un año, diez? ¿Justo antes de que pueda decidir por sí mismo?) para poder administrarle las vacunas pertinentes.  

«Cuánto más pequeño necesita mayor protección»

Precisamente porque es pequeño (y no sólo no puede decidir por sí mismo sino que además está más expuesto a múltiples enfermedades), necesita más protección que nosotros los adultos (que, además, probablemente estemos vacunados desde pequeños). 

Aún temiendo los posibles efectos secundarios que las vacunas puedan tener, que como cualquier medicamento puede tenerlos, debemos saber que esos efectos son la mayoría de las veces banales o, al menos, mucho más leves que las consecuencias que pueda tener contraer la enfermedad de la cual lo queremos proteger (tétanos, meningitis, poliomielitis, sarampión, etc.). 

«Efecto rebaño»

Gracias a que la mayoría de los padres decidimos vacunar a nuestros hijos, los que no lo están quedan relativamente protegidos debido al llamado “efecto rebaño”. Este efecto consiste en la protección que le confiere el estar rodeado de gente vacunada contra una determinada enfermedad, gente que no contrae ni, con gran probabilidad, tampoco puede transmitirle esa enfermedad.  

Pero aún así, es un error esperar a que nuestro hijo sea mayor para empezar a ponerle las vacunas, debido a que algunas tienen su mayor eficacia cuando el niño tiene mayor riesgo de coger enfermedades potencialmente mortales como la meningitis: precisamente cuando es muy pequeño. 

No es como decidir si se le pone o no pendientes. Ello no conlleva más consecuencias que las estéticas y no va a minar su salud ni su futuro. Pero decidir si se le pone o no vacunas puede tener graves consecuencias, no para nosotros, sino para nuestro hijo, al que hemos querido proteger de todo mal desde que llegó a nuestras vidas. Pero si, después de todo, nos decantamos por la opción de no ponerle las vacunas, asegurémonos de que seremos capaces de explicarle el por qué en un futuro, llegado el caso, con mejores argumentos que encogernos de hombros y decirle “porque eras muy pequeño”. 

Dra. Aida Hernández Blanco 

Pediatra especialista en Cardiología infantil y ecocardiografía fetal 

Artículo publicado en el nº 46 de Más Que Salud, puedes consultarlo en el siguiente enlace.

Espacio publicitario

Post a Comment

El periodo de verificación de reCAPTCHA ha caducado. Por favor, recarga la página.

You don't have permission to register

Si continuas utilizando este sitio aceptas el uso de cookies. más información


Cookies MASQUESALUD.ES Una "Cookie" es un pequeño archivo que se almacena en el ordenador del usuario y nos permite reconocerle. El conjunto de "cookies" nos ayuda a mejorar la calidad de nuestra web, permitiéndonos controlar qué páginas encuentran nuestros usuarios útiles y cuáles no. Las cookies son esenciales para el funcionamiento de internet, aportando innumerables ventajas en la prestación de servicios interactivos, facilitándole la navegación y usabilidad de nuestra web. Tenga en cuenta que las cookies no pueden dañar su equipo y que, a cambio, el que estén activadas nos ayudan a identificar y resolver los errores. La información que le proporcionamos a continuación, le ayudará a comprender los diferentes tipos de cookies: Cookies de sesión: son cookies temporales que permanecen en el archivo de cookies de su navegador hasta que abandone la página web, por lo que ninguna queda registrada en el disco duro del usuario. La información obtenida por medio de estas cookies sirve para analizar pautas de tráfico en la web. A la larga, ésto nos permite proporcionar una mejor experiencia para mejorar el contenido y facilitando su uso. Cookies permanentes: son almacenadas en el disco duro y nuestra web las lee cada vez que usted realiza una nueva visita. Una cookie permanente posee una fecha de expiración determinada. La cookie dejará de funcionar después de esa fecha. Las utilizamos, generalmente, para facilitar los servicios de compra y registro. A continuación publicamos una relación de las principales cookies utilizadas en nuestras web, distinguiendo: Las cookies estrictamente necesarias como por ejemplo, aquellas que sirvan para una correcta navegación o las que permitan realizar el pago de bienes o servicios solicitados por el usuario o cookies que sirvan para asegurar que el contenido de la página web se carga eficazmente. Las cookies de terceros como por ejemplo, las usadas por redes sociales, o por complementos externos de contenido como Google Maps. Las cookies analíticas con propósitos de mantenimiento periódico y en aras de garantizar el mejor servicio posible al usuario, los sitios web hacen uso normalmente de cookies "analíticas" para recopilar datos estadísticos de la actividad. Garantías complementarias – Gestión de cookies: Como garantía complementaria a las anteriormente descritas, el registro de las cookies podrá estar sujeto a su aceptación durante la instalación o puesta al día del navegador usado, y esta aceptación puede en todo momento ser revocada mediante las opciones de configuración de contenidos y privacidad disponibles en su navegador. Muchos navegadores permiten activar un modo privado mediante el cual las cookies se borran siempre después de su visita. Dependiendo de cada navegador este modo privado puede tener diferentes nombres. A continuación encontrará una lista de los navegadores más comunes y los diferentes nombres de este “modo privado”: Internet Explorer 8 y superior InPrivate Safari 2 y superior Navegación Privada Opera 10.5 y superior Navegación Privada FireFox 3.5 y superior Navegación Privada Google Chrome 10 y superior Incógnito Importante: Por favor, lea atentamente la sección de ayuda de su navegador para conocer más acerca sobre la configuración de privacidad y de cómo activar el “modo privado”. Podrá seguir visitando nuestra tienda online aunque su navegador esté en “modo privado”, si bien, su navegación por la misma puede no ser óptima y algunas utilidades pueden no funcionar correctamente.

Cerrar